Por: Jesús Camilo
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Santo Domingo, RD.- El agrónomo y pequeño empresario Alfredo Antonio Castillo Pichardo, clamó por justicia en una litis por la hipoteca y posterior venta de un solar ubicado en el municipio Santo Domingo Este, quien cumplirá el próximo 29 de abril dos años de prisión preventiva, sin que los responsables de los hechos sean citados ante los tribunales.
Castillo Pichardo, pidió la intervención del Procurador General de la República, Jean Alain Rodríguez, y del presidente de la Suprema Corte de Justicia (SCJ), Mariano Germán, al indicar que se encuentra en prisión preventiva en el penal de La Victoria por casi dos años, por no pagar a un grupo de “farsantes” y “extorsionadores” una suma millonaria de pesos.
El agrónomo y pequeño empresario acusó de la trama en su contra al abogado Franklin Lugo de Jesús, quien se hace representar en los tribunales por el jurista Trajano Vidal Potentini, a los fines de emplear el prestigioso abogado para, “legitimar sus falacias y pretender hacer pasar a los victimarios como víctimas, y a su víctima como el victimario”.
Castillo Pichardo, aseguró que está en un limbo jurídico, luego de que el fiscal Marcos Antonio del Rosario González, de la provincia Santo Domingo, ordenara su detención el 29 de abril del 2016, y justificó la solicitud de intervención del procurador por considerar que el fiscal ha actuado con premeditación y en base a un plan para perjudicarlo, en combinación con el abogado Franklin Lugo, al que acusa de orquestar una acción de estafa en la hipoteca y posterior venta del referido solar, que resultó irregular.
A la vez, requirió que el presidente de la Suprema Corte de Justicia, Mariano Germán Mejía, intervenga ante el limbo jurídico, ya que el 9 de abril fue reafirmada la medida de coerción en su contra por un Tribunal de Mora Judicial de la provincia Santo Domingo.
Castillo Pichardo, expuso que se dedicaba a realiza préstamos con garantías hipotecarias, se vio envuelto en la litis luego que hizo un empréstito a Martín Encarnación Montero, por recomendación del abogado Franklin Lugo, pero que al éste incumplir con los pagos, se procedió a realizar un acto de venta del inmueble, cuya propietaria es la señora Julia Filomena Zaiter Medrano.
Refirió que Encarnación Montero no cumplió con el préstamo, el abogado Lugo le sugiere realizar una venta directa del solar, mediante la cual Zaiter se lo vende a Encarnación Montero y a él, indicó que el contrato de venta fue considerado nulo por el fiscal Del Rosario González, y a instancia del abogado Lugo y de Encarnación Montero se le apresó a él, sin justificación.
Manifestó que a pesar de que se querelló vías sus abogados por estafa contra Encarnación Montero, la Fiscalía de Santo Domingo nunca lo ha apresado, sino que por el contrario dispuso la detención solo de él.
El agrónomo explicó que el abogado Franklin Lugo de Jesús y Martín Encarnación Montero han orquestado una “trama” para quedarse con el solar y tratan de extorsionarlo para que le devuelva el dinero pagado por la hipoteca.
Alfredo Castillo Pichardo, al reclamar la investigación del caso de parte del procurador y el presidente de la Suprema Corte de Justicia, argumentó que contra él hay denegación de derechos y violación del debido proceso de justicia, pues todos los documentos de la hipoteca y posterior venta del solar ubicado en el municipio Santo Domingo Este están certificado a aprobados por la jurisdicciones correspondiente del Estado.
El empresario afirmó que el único y principal argumento de los difamadores consiste en involucrarlo en un presunto hecho que no ha cometido en violación a la personalidad de la persecución contemplada en el artículo 17 del Código Procesal Penal (CPP), al hacerlo pasar ilegítimamente de intermediario financiero y como único propietario de la parcela 183-REF-A-206 del Distrito Catastrar número 6, y así poder darle persecución y prisión.
Castillo Pichardo exigió al tribunal que se garantice el debido proceso, pues el Ministerio Público no ha presentado nada en su contra, y se niega a realizar una investigación sería de la “trama” que formuló el abogado Franklin Lugo con Martín Encarnación Montero para quedarse con sus bienes y propiedades.
