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Offerman advierte lo que por tradición se enseña en la organización del Licey

SAN PEDRO DE MACORÍS. La senda de los Tigres del Licey durante la serie regular de la pasada temporada guarda cierta similitud con respecto a las Estrellas Orientales. Los azules clasificaron en cuarto lugar (25-25) y los verdes pasaron de ocupar la cima por buena parte de la temporada, hasta que quedaron fuera (23-27), en quinto lugar, a dos juegos completos de los Tigres.

Al final del camino, los Tigres rebotaron para pasar a disputar la serie final, un ambiente que se respira en la organización. En una ocasión, Luis Sojo, exjugador de los Yanquis de Nueva York, señaló que una de las cosas que más le sorprendieron de esa organización es que en la apertura de los entrenamientos, en febrero, Joe Torre, el exmánager, ya les hablaba de “para cuando estemos en octubre”. En el Licey se vive algo similar. En octubre, se piensa en febrero, mes en que se disputa la final y por tanto lo hace el equipo ganador.

En los últimos 10 años, los Tigres se han presentado a la serie final en cinco ocasiones, de las que en tres se han llevado la corona. “La mentalidad siempre es de ganar. De llegar a una final, esa es la mentalidad que hay aquí, la que siempre ha existido”, señala José Offerman, a cargo ahora del equipo en su calidad de asistente del mánager, Robby Hammock.

De esos tres títulos ganados por los Tigres en el último decenio, Offerman ha completado el sueño en dos ocasiones. “Este año no hay excepción. Es lo mismo. Estamos tratando desde el principio dar la mejor para que se nos haga más fácil ir a una final”, agregó el dirigente, quien ayer se presentó como el mánager de los azules en el primer partido de pretemporada, que perdieron 7-1 en el estadio Tetelo Vargas de San Pedro de Macorís, hogar de los verdes.

El partido se jugó a las 11:30 a.m., bajo un sentido sol oriental y con un aceptable público que entró de forma gratuita al parque.