Por: Lic. Keyla Frías Gómez
Estudiante de maestría en Planeamiento Educativo Mención Educación Superior (UNEV)
Las últimas décadas han sido de avances significativos para las universidades en América Latina, los cuales, también son notorios en la República Dominicana, pero tenemos aún la tarea de hacer una revisión a las políticas propuestas por los organismos internacionales de evaluación de la Educación Superior en la región, que desde los años de 1980, vienen analizando cuales son las realidades que enfrentan estas academias en los diferentes países de la región.
Mónica Lozano Medina, doctora en pedagogía, refiere en uno de sus artículos que uno de los grandes desafíos de América Latina es garantizar el derecho a la Educación Superior de cada uno de los ciudadanos. Debido a las diferentes investigaciones, realizadas por instituciones como la CEPAL, UNESCO y CENEVAL, entre otras, se han impulsado acciones que han permeado de una manera u otra estas instituciones en Latinoamérica, como su organización, gestión, el establecimiento de criterios de calidad y la ampliación de la oferta educativa, así como la descentralización y el financiamiento.
Aunque se han seguido algunas de las acciones, tenemos en Republica Dominicana gran parte de la población que por razones de pobreza no acceden a la Educación Superior, un mal común en casi todos los países de la región, tomando en cuenta que se ha comercializado tanto que es casi inalcanzable para muchos jóvenes costear estudios universitarios, por lo que entiendo deberían establecerse políticas publicas en beneficio de los mas desposeídos y brindarles a nuestros jóvenes una eduacion superior de calidad y gratuita, extendiéndose asi a las comunidades mas vulnerables del país.
Por otro lado Michael Gibbons concibe la pertinencia de la universidad como una dinámica de construcción de significado y sentido entre los sujetos implicados, agrega también que la educación superior debe estar a tono con el momento histórico y contextual, requiere contemplar la apertura hacia las nuevas propuestas de cambio desde el punto de vista de desarrollo de la inteligencia emocional, para solucionar problemas sociales y afrontar los diversos desafiaos que presenta el entorno.
Creo que este último punto debe ser tomado en cuenta incluso en todo el sistema educativo nacional, no solo se debe enfocar la formación en el saber de campo, sino también en lo psicológico y emocional. Nuestros profesionales deben ser ciudadanos maduros en todos los aspectos de su formación y las variables que esta implica. Desde las escuelas de formación inicial debe promoverse la educación emocional y así cultivar jóvenes y ciudadanos preparados y formados de manera integral.
Ambos autores concluyen, en esencia que la educación superior latinoamericana y por consecuencia en República Dominicana se encuentra en grandes desventajas tanto al interior como al exterior del país. Las recomendaciones hechas por los organismos internaciones y diversos actores que han impulsado políticas educativas deben ser revisadas y contextualizar los problemas que enfrenta la universidad en el momento histórico, político y económico, promoviendo así una universidad al alcance de todos.
