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Teniente Nova y el sargento Aquino: dos ejemplos de que se puede ser padre y policía por encima de las circunstancias

SANTO DOMINGO.-No es tan fácil destacarse en diversos aspectos de la vida. Para lograrlo, hay que ser dedicado y consagrado con sus principales compromisos con el fin de salir hacia adelante, que son la familia y el trabajo. 

En la reciente edición del espacio “Conoce Nuestra Policía”, presentamos la historia de dos grandes hombres que por el ejemplar desarrollo en su vida familiar han logrado ser ejemplo en sus labores como miembros activos de nuestra Policía Nacional. 

Este es el caso del primer teniente Manuel Altagracia Nova, ayudante del encargado de la División de Protección de Dignatarios, y del sargento mayor Miguel Sánchez Aquino, patrullero en la División del 9-1-1 en la zona de Villa Mella, quienes son laureados por sus compañeros por la forma de ser en su trabajo y lo que hacen por sus hijos. 

El teniente Nova tiene una difícil encomienda, pero la cumple con gran entusiasmo, pues cada día se levanta alrededor de las 5:00 de la mañana para preparar a su niña de cuatro años, quien nació con la condición de Síndrome de Down. 

Este oficial diariamente la prepara para llevarla al colegio y llegar a tiempo a su trabajo. Luego, al mediodía, aprovecha su horario de almuerzo para llevar a su hija a tomar terapia del habla y sus condiciones, para más tarde retornar a sus labores. 

Definió a sus hijos como lo más importante en su vida y dijo que para él no es ningún sacrificio lo que hace por su hija, ya que solo está cumpliendo su deber como padre. 

En tanto, el sargento mayor Aquino quedó solo al cuidado de sus tres hijos, debido a que hace nueve años perdió a su esposa a causa de problemas en la vesícula cuando ésta apenas tenía 22 años, y sus vástagos tenían cuatro y un año, respectivamente. 

Aquino agradece infinitamente la ayuda que recibió de los padres de su esposa, porque lo ayudaron bastante en la crianza de los niños en sus primeros años. 

El suboficial recuerda que se siente muy orgulloso por sus hijos y que gracias a Dios ellos han logrado sobresalir en sus estudios y se comportan de manera ejemplar.