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Ocurrió otro incendio en la cárcel de La Victoria; no se produjo muertes

SANTO DOMINGO, República Dominicana.-La Procuraduría General de la República(PGR), a través de la Dirección General de Prisiones, investiga el origen de un segundo incendio ocurrido ayer sábado en la Penitenciaría Nacional de La Victoria.Esta vez no hubo víctimas.

El fuego se produjo luego de la tragedia ocurrida en ese recinto penitenciario, que dejó por saldo una cantidad indeterminada de muertos y otros con quemaduras.Esta vez el incendio ocurrió en una de las celdas y los presos gritaron desesperados, esperando no ocurrir la misma suerte de los fallecidos con anterioridad.

Esos llamados de alertadas por los gritos desesperados de los reclusos, las autoridades actuaron a tiempo, se movilizaron rápidamente y en pocos minutos sofocaron  las incipientes llamas.

Se trató de un conato, es decir, de una pequeña rebelión que amenazó con producir otra gran tragedia. Todos recordaron lo del pasado lunes, cuando las llamas se expandieron por varias celdas, devorando todo a su paso y calcinando sin piedad a un numeroso grupo de internos. Entonces algunos quedaron atrapados, sin poder salir, mientras inhalaban el humo y se desmayaban, abrazados por las voraces llamaradas, informaron autoridades del penal

Los cadáveres aparecieron totalmente carbonizados: quedaron irreconocibles. Fue tanto así que el Inacif tardó unos días en identificar a los difuntos. Todavía ahora, a casi una semana del siniestro, algunos familiares no saben la suerte de sus parientes encarcelados.

Unos 400 presidiarios fueron movidos a las cárceles de La Vega y San Francisco de Macorís, y los demás tuvieron que ser trasladados de celda dentro de la misma prisión. Se anunció, además, que el penal de La Victoria ya no recibirá presos preventivos.

La versión es que un cortocircuito desató las chispas del incendio. Lo que todavía no está claro es el origen de ese evento fatal. Según algunos, el cortocircuito fue provocado por presos rivales, en disputa por el control del delito intrapenitenciario. Otros especulan que los presos estarían saboteando a la nueva administradora del penal, una mujer recta y drástica, a la que no le tiembla el pulso para imponer el orden.