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Prisión de Lula decapita al Partido de los Trabajadores, fracciona la izquierda y abre duda electoral

Río de Janeiro. La prisión del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva deja al Partido de los Trabajadores (PT) acéfalo, fracciona al resto de la izquierda y abre una gran incógnita sobre las elecciones presidenciales de octubre en Brasil.

Lula anunció hoy que acatará el auto de prisión dictado por el juez Sergio Moro para cumplir una condena de 12 años por corrupción.

Aunque legalmente Lula, líder en todos los sondeos de intención de voto, puede disputar las elecciones encarcelado -como el PT ha dicho que se propone- las dificultades obligan a otros partidos de izquierda a buscar candidaturas propias, hasta ahora ninguna viable, según coincidieron analistas políticos consultados por Efe.

“Lula no sólo es el único líder conocido del PT, que depende totalmente de su dirigente, sino también el único que puede unir a la izquierda y el único aspirante de izquierda con posibilidades de vencer las elecciones”, según Michael Mohallem, especialista en ciencia política de la Fundación Getulio Vargas (FGV).

Pese a que los líderes de izquierda corrieron a arropar a Lula tras el auto de prisión, admitieron que difícilmente se unirán en torno a una candidatura única.

Las fuerzas de izquierda, históricos aliados del PT, ya habían postulado candidatos propios ante la incertidumbre que generaba la aspiración de Lula.

El Partido Comunista do Brasil (PCdoB) inscribirá a la exdiputada Manuela d’Avila, el Partido Democrático Laborista (PDT) al exministro Ciro Gomes, el Socialista Brasileño (PSB) al exmagistrado del Supremo Joaquim Barbosa, Socialismo y Libertad (PSOL) al líder de los Sin Techo Guilherme Boulos, y la Rede Sustentabilidade a la exministra y ecologista Marina Silva.

Pero el PT, mayor formación de izquierda de América Latina y que gobernó Brasil por 13 años, insiste en mantener la candidatura de Lula hasta las últimas consecuencias.